Perspectivas del mercado de los VE y gestión térmica

En términos de cuota de mercado, los VE siguen representando un porcentaje relativamente pequeño del mercado total de vehículos. Sin embargo, esta cuota está creciendo rápidamente. En 2019, los VE representarán alrededor del 2% de las ventas mundiales de automóviles, frente a menos del 1% en 2015. Según la AIE, se espera que esta cuota alcance aproximadamente el 10% en 2025 y el 30% en 2030.

Es importante señalar que el crecimiento del mercado de los vehículos eléctricos varía mucho según la región. En algunos países, como Noruega e Islandia, los VE ya representan una parte importante de las ventas de coches nuevos. En Noruega, por ejemplo, en 2019, los VE representaron más del 60% de las ventas de coches nuevos. En otros países, como Estados Unidos, la cuota de mercado de los VE es aún relativamente pequeña, pero está creciendo rápidamente.

Además, los principales fabricantes de automóviles están invirtiendo mucho en el desarrollo y la producción de vehículos eléctricos. Muchos han anunciado planes para eliminar progresivamente los vehículos de gasolina y centrarse en las opciones eléctricas e híbridas. Esto demuestra un compromiso con el crecimiento del mercado de los vehículos eléctricos y se espera que contribuya al aumento de la cuota de mercado en los próximos años.

La gestión térmica y las pruebas son componentes críticos en el diseño y desarrollo de vehículos eléctricos. Dado que los vehículos eléctricos dependen de las baterías para su alimentación, es crucial que éstas se mantengan a temperaturas óptimas para garantizar su longevidad y rendimiento.

Los sistemas de gestión térmica de los vehículos eléctricos están diseñados para mantener las baterías dentro de un determinado rango de temperatura, normalmente entre 20 y 30 grados centígrados. Estos sistemas utilizan una combinación de elementos de calefacción y refrigeración, como refrigerante, aire acondicionado y aislamiento térmico para regular la temperatura de las baterías. También disponen de sensores y sistemas de control que supervisan y ajustan la temperatura según sea necesario.

La gestión térmica es especialmente importante para la carga rápida, ya que las altas corrientes y niveles de potencia utilizados en la carga rápida pueden generar un calor significativo. Si no se gestiona adecuadamente, este calor puede dañar las pilas y reducir su rendimiento general y su vida útil.

Además de la gestión térmica, las pruebas son un componente crítico en el diseño y desarrollo de los VE. Las pruebas sirven para garantizar que las baterías, los sistemas de gestión térmica y otros componentes del VE pueden soportar los rigores del uso en el mundo real. Esto incluye pruebas para cosas como el ciclado térmico, que simula los cambios de temperatura que experimentarán las baterías en diferentes climas y condiciones, así como pruebas de vibración, choque e impacto para garantizar que las baterías puedan soportar carreteras en mal estado y accidentes.

Los fabricantes también realizan pruebas exhaustivas en las propias baterías, incluidas pruebas de ciclos, que simulan los ciclos de carga y descarga de las baterías a lo largo del tiempo, y pruebas de capacidad, que miden la cantidad total de energía que pueden almacenar las baterías.

En conclusión, la gestión térmica y las pruebas son esenciales para el desarrollo de los vehículos eléctricos. Los sistemas de gestión térmica ayudan a mantener las baterías a temperaturas óptimas y garantizan su longevidad y rendimiento, mientras que las pruebas se utilizan para garantizar que los componentes del VE pueden soportar los rigores del uso en el mundo real. Esto ayuda a garantizar que los VE sean fiables, seguros y eficientes para los consumidores.

Las pruebas de presión son un paso importante en el diseño y desarrollo de los circuitos de refrigerante de los vehículos eléctricos. Los circuitos de refrigerante se utilizan para transferir el calor fuera de las baterías y otros componentes críticos del VE, y deben ser capaces de soportar altas temperaturas y presiones.

Las pruebas de presión se utilizan para garantizar que los circuitos de refrigerante están libres de fugas y que pueden soportar los cambios de presión y temperatura que experimentarán en el uso real. Esto incluye pruebas de presión tanto internas como externas. Las pruebas de presión interna se utilizan para garantizar que los circuitos de refrigerante pueden soportar las presiones generadas por el refrigerante que fluye a través de ellos. Las pruebas de presión externa se utilizan para garantizar que los circuitos de refrigerante pueden soportar las presiones generadas por el entorno exterior, como vientos fuertes o impactos.

Las pruebas de presión se realizan con equipos especializados que pueden simular las condiciones que experimentarán los circuitos de refrigerante en el uso real. Esto incluye bombas de alta presión y manómetros de prueba que pueden medir la presión dentro de los circuitos de refrigerante. La prueba también incluye una inspección visual del circuito de refrigerante, en busca de cualquier signo de fugas o daños.

Es importante tener en cuenta que las pruebas de presión no se realizan una sola vez, sino que son un proceso continuo. Esto se debe a que los circuitos de refrigerante están sujetos a desgaste con el paso del tiempo, por lo que es necesario realizar pruebas de presión periódicas para garantizar que siguen funcionando correctamente. En Poppe + Potthoff ofrecemos bancos de pruebas que pueden realizar ensayos durante meses si es necesario para comprender la vida útil de un DUT.

En conclusión, las pruebas de presión son un paso esencial en el diseño y desarrollo de circuitos de refrigerante en vehículos eléctricos. Ayuda a garantizar que los circuitos de refrigerante no tengan fugas, puedan soportar altas temperaturas y presiones y sigan funcionando correctamente con el paso del tiempo. Esto ayuda a garantizar que los VE sean fiables, seguros y eficientes para los consumidores.

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